Dos monjas van al mercado y se demoran mucho.
- Hermana Andrea, ya es oscuro y aún estamos lejos del convento.
- Sí, Hermana Dulce, ¿Ya se dio cuenta de que un hombre nos está siguiendo?
- Sí. ¿Que querrá?
- Lógico: violarnos
- ¿Qué hacemos?
- Lógico: separarnos. Usted por allá y yo por aquí
El hombre siguió a la Hermana Dulce. La Hermana Andrea llegó al convento preocupada. Pasada una hora, llega la Hermana Dulce.
- ¿Qué sucedió?
- Lógico: comencé a correr, y él también.
- ¿Y entonces?
- Lógico: me alcanzó
- ¡Dios mío! ¿Y usted qué hizo?
- Lógico: me levanté el vestido.
- ¡Hermana! ¿Y qué hizo él?
- Lógico: se bajó los pantalones
- ¿Y entonces?
- Logico ¿No es obvio? Una monja con el vestido levantado corre más rápido que un hombre con los pantalones abajo.
¡Y que dijeron este puto ya se chingo a la monja!
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