Clausura del Ciclo escolar (Primarias)

Es muy cierto que es importante cerrar ciclos. Marcar momentos. Alcanzar metas. Indudablemente terminar la primaria es un momento clave en la vida de cualquier niño, pero ¿que pedo con la clausura del ciclo, o mejor dicho con los eventos que enmarcan la clausura del ciclo escolar?

Ayer tuve el honor de asistir a uno de esos eventos y mientras la velada transcurría varios hazmes se me fueron revelando, empecemos por la ropa de graduación. Vivimos en una zona en donde la temperatura en esta época promedia los de 30 grados centígrados, ¿quien chingados dice que los morros deben de vestir de traje y corbata a las 5 de la tarde? y luego, los vestidos de las chavillas, culerísimos, de colores chillantes, ajustados, vestidos que costaron un buen varo y que jamás volverán a ser utilizados, no chinguen, eso ya debió haber pasado de moda, a los morros les interesa el desmadre, despedirse de sus amigos, llorar, prometerse amistad eterna y todas esas cursilerías, no el vals ni exponerse como lo harán en unos minutos mas.

Imaginen la siguiente escena: Brian Adams y Adele como música de fondo para el vals, todo lo que hago lo hago por ti, Someone like you. Las luces de neón y la esfera giratoria colgada del techo mientras las doñas/mamas gritan alocadas soñando que son ellas las que bailan quizás con el galán de telenovela o quien sabe, quizás con algún amor de primaria, mientras los pobres morros muriéndose de calor y de pena en el escenario porque ese vals se lo tuvieron que aprender a fuercitas como parte de su asignatura de artísticas (repito, ellos solo quieren echar desmadre, no bailar un vals). Mientras eso sucede debajo del escenario los papás están tratando de obtener la mejor foto, no importa si tienen que darse de codazos con otros papás, hay que obtener la foto por que eso quiere la señora y si quieren que la velada continué tan maravillosa como hasta ahora, entonces tendrán que obtener las fotos. La música chilla estridente en las bocinas Steren, pinche acústica de no mamen que alguien ajuste los graves y así, pasan los 10 minutos de tortura infantil llamada vals.